lunes, 29 de marzo de 2010

Partido de Puentedeume

El Partido de Puentedeume, enclavado en la mitad septentrional de la provincian de La Coruña, ofrece en todos y en cada uno de los nueve municipios (1) en que se distribuyen sus 45.411 pobladores, datos curiosísimos y graciosas anécdotas para la historia del Movimiento en Galicia. Sin embargo, consultando a la brevedad y habida cuenta de la importancia de los hechos, referiremos tan sólo los acaecidos en la capital y en Mugardos.

Puentedeume, villa situada a 44 km de la ciudad de La Coruña, en la carretera de Betanzos a Jubia y en el litoral de la pintoresca Ría de Ares, ha pasado del 18 al 25 de julio, por momentos de viva ansiedad e inminente peligro.

Las dos organizaciones en que se dividía la población obrera -U. G. T. ("Oficios Varios"), y C. N. T., (marineros)- se habían juntado para formar el F. P. y, surgido el Movimiento, habían estrechado más y más sus lazos de unión con objeto de llevar a cabo la obra de resistencia al Ejército, forjada por el Registrador D. Ángel García Toribio, Sr. Zamorano, Vigilante de Pesca, Alcalde D. Manuel Seijo, Teniente Alcalde Sr. Ares, Secretario del Ayuntamiento de Ares D. Rodrigo Álvarez y otros.

Para ello, se formó un Comité que desde el primer momento se adueña del pueblo, y comienza la recluta de armas y gente necesaria para atender a la defensa de la Villa, en espera del triunfo revolucionario en Coruña y Ferrol, momento que aprovecharían ellos, para poner en ejecución todo su plan de revuelta. Como aquel triunfo afortunadamente no llegó, tampoco en Puentedeume hubo que lamentar graves sucesos.

Sin embargo, el martes día 21, llegan a Ferrol alarmantes rumores acerca de la situación en Puentedeume. Se decía que los revoltosos habían puesto asedio a la Casa de la ilustre dama doña Pilar Franco, y ante el temor de que esto fuera verdad, organízase inmediatamente una pequeña columna que, al mando de López Alonso, salió con dirección a aquella Villa.

En Fene, donde un grupo capitaneado por un tal Souto se había dedicado a requisar armas, radios, balines, trozos de metralla, etc. etc., la carretera aparecía cortada en tal forma, que, por lo avanzado de la hora, no era posible salvar el obstáculo, decidiendo entonces el jefe de las fuerzas retornar a Ferrol, llevándose, detenidos, al Alcalde de Fene y a ocho camaradas más.

No pudieron pues las fuerzas de Ferrol llegar aquel día a Puentedeume, pero no por eso se desentendieron de la preocupación causada por las noticias que de allí habían llegado. En Ferrol, ponen al habla al alcalde de Fene con su homónimo de Puentedeume, a fin de que entere a éste de que, "la Autoridad Militar del Ferrol, le hace a él responsable de todo cuanto pudiera pasarle a la hermana del General Franco".

Al día siguiente, 23, sale con la misma dirección una columna mejor organizada (aunque mixta también) mandada por el Comandante Iglesias.

En Jubia dejan estas fuerzas la carretera directa y, tomando por la del Rojal, van a salir a la de Puentes de García Rodríguez para continuar a Puentedeume.

Al llegar al Puente y ser divisadas por los rebeldes de la Villa, huyen éstos en su mayor parte, mientras un Alférez de la Guardia Civil con su personal, un Cabo de Asalto con seis números, y cuatro Carabineros, acuden al encuentro de las mismas y se suman a ellas.

Se dirigen al Ayuntamiento y, sin resistencia alguna, se posesionan de todas sus dependencias, entre aplausos, vítores y lágrimas de la población honrada y pacífica que, a pesar de no haber estado más de cinco días a merced de los revolucionarios, lloraba de emoción al verse rescatada.

El Registrador D. Ángel García Toribio, se presenta a poco al jefe de la columna, diciendo que él se hacía responsable políticamente de todo lo actuado por el F. P. El Vigilante de Pesca que fuera el encargado de tratar con el Comité acerca de la detención de la hermana del General Franco, se entrega también, y, con estos y algunos otros detenidos -entre ellos el Alcalde de Mugardos asesino del pobre Cura de Camouco- regresan a Ferrol las fuerzas expedicionarias, dejando en Puentedeume a Dª Pilar Franco que, a pesar de los múltiples requerimientos que se le hicieron, se opuso terminantemente a abandonar la Villa, probando de modo claro y evidente el gran temple de su alma, al posponer su tranquilidad y seguridad personal, a la conveniencia de dar en aquellos momentos sensación de confianza en el Movimiento iniciado por su hermano el General.

(1) Ares, Cabañas, Capela, Castro, Fene, Monfero, Mugardos, Puentedeume y Villarmayor.

**********

Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

No hay comentarios: