Dado el mal cariz que iban tomando las cosas, y siendo muy escaso el número de guardias que había en la Estrada (seis a lo sumo) se concentran en la villa el día 19 los puestos de Cuntis y Moraña, formando ya un total de unos 20 hombres con los Carabineros de la Plaza que se unen a la Guardia civil.
Transcurre todo el día 19 ente creciente actividad del elemento marxista manifestada en desfiles, gritos, puños en alto, etc. etc., y la forzada inactividad y desorientación de la fuerza pública.
En la noche del 19 al 20 recibe ésta del Gobernador de la provincia, orden telegráfica de proceder a la detención inmediata del Comandante Sr. Pereira Renda, y a la incautación de la emisora de Radio que aquel tenía en la Estrada.
Esta orden es cumplimentada por el Oficial y tres guardias, quienes, sabiendo que en la cárcel del pueblo estaría en peligro la vida del detenido, decidieron llevarlo a Pontevedra y presentarlo al Gobernador, que por cierto, llevó muy a mal que le endosaran a él la papeleta: quería por lo visto tirar la piedra y esconder la mano (1).
El día 20, madurada ya la revolución en todos los pueblos de Galicia, comienzan éstos a volcar sobre las capitales los refuerzos que desde éstas insistentemente se les pedían.
Estrada, fue sin duda entre los partidos de la provincia, el que, con Lalín, envió más fuerzas a los marxistas de Pontevedra.
Seis coches ómnibus abarrotados de escopeteros unió la Estrada a la expedición de 10 o 12 que bajaban de Lalín, Silleda, Bandeira y otros pueblos, y que, camino de Pontevedra, pasaron por la villa en la tarde del día 20, dando vivas a Rusia y al Comunismo, que alternaban con mueras al Ejército y a la Burguesía.
(1) El Comandante Pereira fue metido en la cárcel de Pontevedra, de donde salió a las dos horas para el cuartel de Artillería, reclamado por el Comandante Militar de la Plaza.
Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.
Transcurre todo el día 19 ente creciente actividad del elemento marxista manifestada en desfiles, gritos, puños en alto, etc. etc., y la forzada inactividad y desorientación de la fuerza pública.
En la noche del 19 al 20 recibe ésta del Gobernador de la provincia, orden telegráfica de proceder a la detención inmediata del Comandante Sr. Pereira Renda, y a la incautación de la emisora de Radio que aquel tenía en la Estrada.
Esta orden es cumplimentada por el Oficial y tres guardias, quienes, sabiendo que en la cárcel del pueblo estaría en peligro la vida del detenido, decidieron llevarlo a Pontevedra y presentarlo al Gobernador, que por cierto, llevó muy a mal que le endosaran a él la papeleta: quería por lo visto tirar la piedra y esconder la mano (1).
El día 20, madurada ya la revolución en todos los pueblos de Galicia, comienzan éstos a volcar sobre las capitales los refuerzos que desde éstas insistentemente se les pedían.
Estrada, fue sin duda entre los partidos de la provincia, el que, con Lalín, envió más fuerzas a los marxistas de Pontevedra.
Seis coches ómnibus abarrotados de escopeteros unió la Estrada a la expedición de 10 o 12 que bajaban de Lalín, Silleda, Bandeira y otros pueblos, y que, camino de Pontevedra, pasaron por la villa en la tarde del día 20, dando vivas a Rusia y al Comunismo, que alternaban con mueras al Ejército y a la Burguesía.
(1) El Comandante Pereira fue metido en la cárcel de Pontevedra, de donde salió a las dos horas para el cuartel de Artillería, reclamado por el Comandante Militar de la Plaza.
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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.
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