sábado, 23 de enero de 2010

20 de julio en La Coruña: González Vallés moviliza a la Guardia Civil

Eran las primeras horas de la tarde del día 20, cuando se transmitía a los cuarteles la orden de salir a declarar el estado de guerra, y el Teniente Coronel Vallés comunicaba con la Guardia Civil:

-¿Es el Sargento Santos? Que se ponga el Sargento Santos al aparato.

-... Aquí la División. Soy Vallés. ¿Me conoces?... ¿Estás bien seguro de que es el Teniente Coronel Vallés el que te habla?

-Sí, mi Teniente Coronel.

-Bueno, pues... ¡a la calle inmediatamente! ¡A tomar la radio y la telefónica! (1) Y ahora, para que yo me convenza también de que tú eres el Sargento Santos, grita muy alto muy alto ¡Viva España!

Y... al otro lado del teléfono resonó el grito de guerra virilmente contestado: ¡Viva España!

Con esto contaban ya en la Guardia Civil todos los Oficiales y algunas clases, a quienes el Teniente González comunicara las seguridades que, de salir este día a la calle, dieran Olavide primero y más tarde el Capitán de Ingenieros Sr. Ramón y el Diputado D. Manuel Saco Rivera (2).

Sin embargo, recibida la orden telefónica comunicada desde la División por Vallés, y después de haber confesado Oficiales y clases al Coronel que los había reunido para darles cuenta de aquélla, que todos estaban al lado del Ejército, hay en el Cuartel unos minutos de vacilación, que corta el Teniente González de acuerdo con el Sargento Santos, mandando a un guardia que tocase generala.

Al escuchar el toque, se produce en el cuartel el revuelo consiguiente, y resuenan por todas partes los gritos de ¡Viva España! con que la Guardia Civil de la capital firma su adhesión inquebrantable a las fuerzas del Ejército, y destituye los fantásticos sueños del Gobernador que creía, o fingía creer, que podía contar con la Guardia Civil, según se desprende del hecho de que, dos horas antes, a las once de la mañana, aconsejaba al pueblo por medio de la radio, que aplaudiese y vitorease a los guardias de Asalto y a la Guardia Civil: "Gloriosas fuerzas que están a nuestro lado" (3).

Se engañaba el Gobernador. A su lado en aquellos momentos, no tenía (de fuerzas armadas) más que las de Asalto, convencidas unas y arrastradas las más, por el Comandante Quesada y el Capitán Tejero Langarina (4).

Con ellas y las improvisadas aunque numerosísimas milicias marxistas, iba el Gobernador Sr. Pérez Carballo a intentar una resistencia, que sólo iba a servir para comprar con ella su propia ruina, y poner de manifiesto el arrojo y valentía de la guarnición de la capital, confiada por Cánovas a las órdenes y dirección del Coronel Martín Alonso.

(1) Eran los objetivos asignados a la Guardia Civil.

(2) El Sr. Saco Rivera, huyendo de la persecución de que era objeto por parte de los marxistas, se había ocultado en el domicilio del Teniente González, en espera del momento oportuno en que sus servicios pudieran ser eficaces en la calle.

(3) Esta proclama radiada, del Gobernador, obedeció acaso a la respuesta que del cuartel de la Guardia Civil dieron a la orden que él acababa de cursar pidiendo el envío de algunos números para reforzar la defensa del Gobierno Civil. Se le contestó que sí, se le enviarían, pues no parecía prudente dar otra contestación en aquellos momentos. Aparte de esto, en el Gobierno Civil se hallaba el Comandante Ríos, cuya presencia pudo muy bien originar la falsa inteligencia del Gobernador respecto a la verdadera actitud de la Benemérita.

(4) Desde luego, al Cuerpo de Asalto se le creía en general adicto al Gobierno. Se sabía sin embargo, que el Capitán Armas y algunos Tenientes a quienes llegaran los enlaces, eran partidarios del Movimiento, así como también muchos individuos de tropa.

**********

Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

No hay comentarios: