jueves, 28 de enero de 2010

Los marxistas acometen a un grupo de Artilleros en Ferrol

La campaña desatada contra el elemento militar, culminó en un cobarde atentado, que el 19 de julio llevó la indignación a los cuarteles.

El sábado 18, habían llegado a Ferrol unos 15 Tenientes de Artillería con objeto de asistir a un curso de costa, y al día siguiente 19, cuando en grupo marchaban algunos de éstos por la calle, advertidos ya de que era muy peligroso salir separados, se vieron de improviso acometidos a balazos por una numerosa partida de pistoleros. Cuatro oficiales cayeron heridos, uno de ellos de suma gravedad, pues le metieron nueve balazos en el cuerpo, y los otros, ante la superioridad de los atacantes, se replegaron como pudieron llevándose a tres de los compañeros caídos, mientras el otro, conducido a una casa por aquella manada de asesinos, recibía, tendido en una cama, las bárbaras caricias de las culatas de las pistolas humeantes todavía. De allí fue trasladado al Ayuntamiento, a donde fueron a rescatarlo el Capitán Calleja y otros Oficiales -que tuvieron, para conseguirlo, que amenazar al alcalde con bombardear la casa- al tiempo mismo que una batería al mando del Capitán López Sors, salía a dar una batida y efectuar algunos cacheos por un sector de la población (1).

Este hecho de incalificable barbarie, sacudió en tal forma los nervios de todo el regimiento (2), que, después de un cambio de impresiones entre Jefes y Oficiales, acordaron mandar aquella misma noche una comisión a entrevistarse con sus compañeros de Infantería de Marina, Infantería de Ejército y Marina de Guerra para, de acuerdo todos, solicitar del Gobernador Militar, General Morales, la inmediata declaración del Estado de Guerra.

El General Morales, dispuesto desde el primer momento a declarar el Estado de Guerra, con cuyo objeto había ya celebrado varias entrevistas con el Almirante Sr. Núñez (3), recibe con honda satisfacción la seguridad de que todas las fuerzas de tierra tienen un mismo pensamiento, compartido por Infantería de Marina, y la totalidad casi de los Jefes y Oficiales de la Marina en Ferrol. Sin embargo... era necesario esperar. Se conocían las noticias de África; "Radio-Sevilla" anunciaba que toda Andalucía estaba en poder de las fuerzas libertadoras; el Gobierno por su parte insistía en que el levantamiento estaba sofocado; de la División no había órdenes concretas y, sobre todo, en Ferrol había una incógnita que era necesario descifrar antes de decidirse a una empresa de tanta trascendencia: ¡El Arsenal! ¡La actitud de Azarola, de quien públicamente se decía que iba a constituirse en cantón independiente!... ¡Era necesario esperar!

(1) Contra esto que le parecía un abuso, reclamó el Alcalde Santamaría ante el Comandante Militar. Quería, por lo visto, que los Artilleros se dejasen matar impunemente.

(2) La indignación era general incluso entre las clases y la tropa a las que habían alcanzado también las agresiones.

(3) El Almirante, animado de los mismos deseos e iguales propósitos, forzosamente tuvo que verse detenido en ellos por múltiples sospechas que el tiempo vino a confirmar.

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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

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