sábado, 16 de enero de 2010

Trabajos preliminares: se sabe en La Coruña que la cabeza del Movimiento se desplazó

Al que persigue un ideal noble y elevado en el que puso todo su vivir, nada le importan las dificultades que puedan sembrarse en su camino. Las dificultades son acicates que le impulsan a la acción, y son las contrariedades precioso manantial de experiencia, avisos y lecciones para lo futuro.

Con mayor intensidad si cabe, con mayor eficacia desde luego y con las prudentes reservas impuestas por la experiencia aleccionadora de lo pasado, siguieron trabajando cada uno de los sancionados en sus nuevos destinos, a la par que en Galicia trabajaban también algunos de los que vinieron a sustituirlos (1), junto con aquellos elementos, cuya participación en el compromiso de abril no había sido descubierta por el Gobierno.

Hacia primeros de mayo, aparecen en La Coruña nuevos enlaces procedentes de Madrid, que dan la impresión de que la cabeza del Movimiento se ha desplazado de la capital de la República, localizándose principalmente en Pamplona, Burgos y Valladolid, a cuyas ciudades acuden desde ahora, los que en las diversas regiones llevan la dirección del nuevo compromiso, que cada día ofrece mayores garantías de éxito y sensación mayor de seguridad.

Es ahora en mayo, cuando en La Coruña se enteran de que el inolvidable General Mola está al frente del Movimiento (2). De Franco en cambio nada saben los iniciados de Galicia, si bien el vehemente deseo de acertar, hacía nacer en todos la esperanza de que el General de las más gloriosas gestas de España en África, no podía ser impasible ante la ruina y total destrucción de la Patria.

Ahora es también cuando los enlaces militares venidos de Madrid, se entrevistan con el Coronel del Regimiento de Zamora Sr. Martín Alonso, y cuando, con la intervención de éste, toman las gestiones en Galicia un carácter de impenetrable hermetismo, muy necesario para el feliz resultado de las mismas.

(1) De estos merece destacarse el Capitán D. Roger Oliete, quien se encargó de continuar la labor momentáneamente interrumpida, sosteniendo estrecho contacto con sus compañeros del Tercio, ayudado muy eficazmente por el Teniente González que retorna con destino en comisión a La Coruña, y por el Sargento Santos que seguía al frente del puesto de la capital.

(2) Antes lo estaba también; pero no aparecía.

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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

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