jueves, 29 de abril de 2010

Lugo (capital): gestión pacificadora; primeras autoridades de la provincia y municipio

Grande fue sin duda la primera espantada de los rojos en la ciudad de Lugo. Se equivocaría sin embargo quien creyera que allí se había concluido toda su actuación.

A los pocos días, despachadas dos compañías de fusiles, un pelotón con morteros y una sección de ametralladoras, que, al mando del Comandante mayor del Regimiento D. Jesús Manso, salieran con objeto de someter a los rebeldes de Ponferrada, Villafranca y pueblos limítrofes, y enviada a Ribadeo una columna mandada por el Comandante de la G. C. Sr. Fernández Holguín y el de Carabineros Sr. Revuelta, quedaba la ciudad casi completamente desguarnecida.

Esta circunstancia, unida a la incomprensible lenidad con que en Lugo fueron tratados en los primeros tiempos los promotores y principales dirigentes marxistas, dio lugar a que, los elementos dispersos del Frente Popular se reorganizasen, e intentasen un golpe de mano, ignorando sin duda la llegada a Lugo de tres secciones de Artillería que, procedentes de Ferrol y mandadas por el Capitán Molina, venían a sustituir a las fuerzas de la guarnición.

Al efecto, en la tarde del día 23, vuelven los rojillos a dar señales de vida, permitiéndose hacer en plena plaza de Santo Domingo unos cuantos disparos, que fueron debidamente contestados por la fuerza pública que patrullaba por las calles.

Esto, sin embargo, no pasó de una simple alarma y algo así como una señal convenida entre los revoltosos.

Debieron estos creer que sus propósitos tenían fácil realización, pues, terminado el día y después de haber cortado el alumbrado público, iniciaron por varios sectores a la vez, un intenso tiroteo que duró toda la noche y se recrudeció con las primeras luces de la madrugada del 24, sin otro resultado para los marxistas, batidos briosamente por las patrullas de las calles y fuerzas apostadas en las murallas, que haber encontrado la prueba definitiva, de que su causa en Lugo, estaba totalmente perdida.

La Comandancia Militar desempeñada hasta entonces por el Coronel del Regimiento Sr. Caso, pasó en la mañana de este día 24 a manos del Teniente Coronel Velayos.

Jefes y oficiales entendieron que era necesario rectificar el camino hasta entonces seguido. No era prudente dejar desguarnecida la población, ni procedentes las consideraciones que se habían guardado al Gobernador, al Alcalde y otros personajes de la revuelta (1), consideraciones a las que muy bien pudieran, en parte al menos, ser atribuidos los tiroteos de la noche anterior, aparte de que acusaban una intolerable falta de energía tan necesaria en aquellas circunstancias.

Un bando en el que el Comandante Militar hacía a los dirigentes detenidos, responsables de toda alteración de orden, acabó rápidamente con los paqueos en Lugo. Otro, conminando con severísimas penas a los huelguistas, pone en vías de solución aquel conflicto, y uno tercero anulando los contratos de trabajo y disolviendo las sociedades obreras, acaba definitivamente con la huelga.

Sofocados por las tropas de la Guarnición y la Falange Lucense los focos revolucionarios que se manifestaran en Ponferrada, Villafranca, Ribadeo, montes de Caurel, Puentenuevo, Fonsagrada, Paradela, Puertomarín y San Clodio; ocupados en marcha triunfal los pueblos de Meira, Becerreá, Los Nogales, San Martín de la Rivera y otros; constituida el día 25 la Comisión gestora de la Diputación por los adjuntos D. Edmundo Fernández Vázquez y D. Ramón Montenegro Neira, bajo la presidencia de D. José Pardo y Pardo Montenegro (2); nombrada el 26 la gestora Municipal con los vocales D. Nicolas Varela Alonso y D. Antonio Ferreiro Rivera, presididos por D. Juan Yáñez Alonso (3); reintegrados al trabajo el 27 todos los obreros excepto los de transportes que lo hicieron el día 28, y completada ya el día 29 la plantilla de empleados en las oficinas y dependencias del Gobierno, Diputación, Municipio, etc. etc., puede asegurarse que el 30 de julio, la vida era completamente normal en Lugo y su provincia (4).

(1) Se les dejó en libertad en los primeros momentos, y una vez detenidos, se les tuvo en el cuarto de banderas, luego en el cuarto de Oficiales, y tratados siempre cual si fueran víctimas de una injusticia.

(2) El primer acuerdo de esta Gestora fue instruir expediente al Director del Hospital D. Rafael Vega Barrera, suspendiéndole desde luego, de empleo y sueldo.

(3) Uno de los primeros acuerdos de la Gestora Municipal fue ratificar el acuerdo del Presidente, de abrir al culto público la capilla del Hospital de Santa María.

(4) El 24 de julio comunica el Capitán Flores a la Comandancia Militar de Lugo que las fuerzas a sus órdenes se hallan en Ponferrada. "Tranquilidad completa. Esperan órdenes".

El 25 de julio comunica el Comandante Álvarez Holguin que "a las 14, por movimiento envolvente, fue tomado Puertonuevo, sosteniendo nutrido fuego con enemigo al que se le hicieron buen número de prisioneros. Tropas sin novedad".

El 26 regresa a Lugo la columna Álvarez Holguin, después de haber pacificado Ribadeo y haber dispersado en Vegadeo grupos enemigos, trayendo 112 prisioneros.

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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

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