martes, 16 de febrero de 2010

Valor estratégico de Santiago

Santiago, nudo de comunicaciones en Galicia y enlace entre las guarniciones norte y sur de la Región, tiene una importancia suma en tiempos de lucha. Así lo comprendió el Comandante señor Bermúdez de Castro quien, al encargarse a mediados de abril del año 1936 de la Comandancia Militar de Santiago, adivinando la proximidad de un hondo movimiento revolucionario, y atormentado acaso por la idea de que, durante el tiempo de su mando, pudiese sufrir quebranto o deterioro el tesoro artístico de la ciudad, significó a la División la necesidad de aumentar la plantilla de la Plaza, si se querían cubrir las necesidades defensivas de la población.

-No es posible (dice la División en 21 de abril) reforzar por el momento la guarnición de Santiago. Al mismo tiempo, ordenaba de nuevo (1) el estudio de la defensa de Santiago "con las fuerzas de que se dispone".

En virtud de esta nueva orden, se hizo un estudio de la defensa y ocupación de Santiago, adaptado, no a las exigencias e importancia de la ciudad, sino a las escasísimas fuerzas que guarnecían la plaza, y que, lejos de aumentar, habían de sufrir todavía una nueva reducción con las licencias de verano que comprendían, según telegrama del Coronel del Regimiento recibido en Santiago el 13 de junio, a 55 individuos de tropa con los oficiales y clases correspondientes.

Ante la gravedad de esta considerable reducción, vuelve a levantar su voz el Comandante del Grupo Sr. Bermúdez de Castro quien, al día siguiente 16 de junio, oficia a la División, haciendo ver a la superioridad "la imprudencia que tal medida significaba habida cuenta de las circunstancias". Con todo, el licenciamiento se llevó a cabo con la amplitud ordenada en un principio, pues no vale la pena anotar que, cuatro días después de efectuado, contestaban de la División a la advertencia de Bermúdez de Castro diciendo que: "Interesada del Coronel del Regimiento la reducción del número de permisos en esta Plaza (Santiago), "se ordenó por el Regimiento se redujesen en cinco los permisos"; reducción que nada resolvía ni significaba nada, ya que continuaba siendo casi imposible atender a otras necesidades, que no fuesen las materiales atenciones de personal, locales y ganado. ¡Así atendía el Gobierno de la República a la defensa de la ciudad, en unos momentos en que serios peligros la amenazaban!

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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

(1) Ya lo hiciera antes en circular reservada de 10 de abril.

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