sábado, 13 de marzo de 2010

Boiro: elecciones

Se hablaba de elecciones. El ambiente se mostraba contrario a las izquierdas y era necesario dar a la Sociedad una nueva inyección que la fortaleciera; era necesario moverla para que despertara, y de ello se encargó el "Chono" con sus hermanos y otros destacados elementos como el "Boloco", el "Gallardo" y el "Pinchudo", organizando frecuentes mítines en los que los oradores, anónimos muchas veces aún para los mismos dirigentes de la "Fraternidad", se despachaban a su gusto contra todo lo que pudiese estorbar de algún modo la libre satisfacción de los más bajos apetitos del pueblo.

Cercanas ya las elecciones de noviembre del 33, se intensifica la propaganda oral y escrita; se oyen las mayores enormidades, y se explota la calumnia y el insulto más soez y desvergonzado. Sin embargo, ¡todo inútil! Llegado el día 19, se ve que la elección marcha con un resultado aplastante en favor de las derechas. Así lo comprenden también los fraternos, que procuran inutilizarla acudiendo al tan socorrido medio de romper las urnas.

¡No era sorpresa! Algo se temía ya ocurriese en Boiro dada la intensísima propaganda y frecuentes amenazas de los socialistas; pero nunca se creyó llegase a registrarse allí una actuación, que puede ser considerada como "caso único" en los anales de la historia electoral: ¡de once colegios establecidos en el distrito, ocho urnas fueron víctimas de la rabia socialista, como lo fue también el médico D. Bernardino López, a quien hirieron y furiosamente maltrataron, por intentar oponerse a los atropellos de los zurdos en el Colegio de "Saltiño"!

Había que repetir la elección en Boiro y evitar también se reprodujesen los atropellos. Para esto, fracasada la intentona de Álvaro de las Casas puesto como intermediario por los socialistas para llegar a un arreglo con las derechas, y lanzada por los socialistas la amenaza de que, si los dirigentes derechistas no aceptaban sus proposiciones de amaño, ardería Boiro por los cuatro costados, acuden allí, desde Santiago, elementos de derechas dispuestos a responder a la violencia con la violencia.

Llegan de madrugada al punto de destino y fueron a hospedarse frente mismo a la casa del "Chono", donde los hermanos de la "Fraternidad" se preparaban para la próxima contienda, ingiriendo repetidos y abundantes vasos de vino que allí se les repartían.

Muy pronto, al enterarse los socialistas de que en el pueblo había "forasteros", se creyeron en el caso de salir a demostrarles que en Boiro no cantaba otro gallo que no fuera el "Chono".

El "Chono" sí, cantaba. Y cantaba como cantar debía el Capitán Araña: animaba a los suyos para que se lanzasen sobre los adversarios, mientras él se quedaba en tierra. Pero los suyos, conocidos los propósitos del Capitán, le dijeron: -"¡Tú, con nosostros pollo!" Y... con ellos se fue. Claro que... a retaguardia y escudado por los cuerpos de sus muñecos; pero demostrando siempre un valor sin límites en gritos, aspavientos y tiros al aire.

La Guardia Civil que no estaba desprevenida y llegó en el momento oportuno, cayó sobre ellos, copándolos y apoderándose en primer lugar del "Chono" que, perdido todo su heroísmo, lloraba como un niño, puesto de rodillas y con las manos juntas en demanda de perdón. ¡En esto vino a terminar la propaganda toda socialista en Boiro, para las elecciones aquellas en que, a pesar de todos los pesares, las derechas obtuvieron un triunfo resonante!

La "Fraternidad" había quedado un tanto desprestigiada ante el resultado adverso de estas elecciones; por eso, y por encontrarse sin fundador, el "Chono", que estaba en la cárcel condenado a cuatro años de presidio, apenas si dio señales de vida en el período preelectoral para las elecciones del 34. A última hora sin embargo, desplegó toda su actividad, destacada por una incalificable pasividad de los elementos de derecha.

Triunfan las izquierdas en estas elecciones, febrero del 34, merced claro está, a la cobardía de unos y a los atropellos de otros, y se desencadena en Boiro y su comarca toda una serie de coacciones, amenazas, agresiones y continuas huelgas, que habían de desembocar en los sucesos de julio de 1936.

Declarado el triunfo del Frente Popular, éste necesitaba un alcalde y fue a buscarlo a la cárcel.

La amnistía, madre fecunda de tantas desgracias en nuestra patria, puso en la calle al "Chono", incluyéndolo en la clasificación de delincuentes políticos, cuando cumplía condena por agresión a la fuerza armada. Pasa Juan Somoza de la prisión a la alcaldía, y lleva como compañeros de corporación a lo mejorcito de lo peor; D. Manuel Otero Ferro, Maestro Nacional; José Caballero Rubio, id. id.; José Martínez Virel, id. id.; Brígida "la marido de su esposo" y otros por el estilo.

Este Ayuntamiento desarrolla una labor desastrosa en el aspecto político (prescindimos de su actuación administrativa), secundando la persecución que en España se venía haciendo contra los fascistas, bajo cuya denominación incluían a todos los contrarios. Encarcelan a unos, vejan y escarnecen a otros, y no faltan tampoco maltratos de obra, verdaderas agresiones cometidas contra personas indefensas, y aún contra una pobre mujer, por el único delito de haber ido a ver a un hijo suyo que había sido detenido y cobardemente abofeteado en el Ayuntamiento.

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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

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