jueves, 8 de julio de 2010

Ambiente social de Lavadores; sucesos sangrientos; operaciones de limpieza

El ambiente social de Lavadores era el de la ciudad de Vigo, acentuado, claro está, por la mayor influencia que el elemento obrero había de ejercer en los lugares en donde tenía su domicilio familiar.

Muchos de sus moradores recogían en los centros societarios -fábricas y talleres de la ciudad a donde iban a trabajar- el virus ponzoñoso de la anarquía y la revolución que, terminado el trabajo, llevaban a sus mujeres y sus hijos, convirtiendo la barriada en un verdadero foco comunista. Por esto acaso, fue Lavadores el lugar escogido por los revoltosos de Vigo, como principal refugio y punto de concentración, una vez desalojados de la ciudad.

He aquí los hechos:

En la tarde del 20 de julio se personaron en el cuartel de la Guardia civil de Lavadores, el diputado Bilbatúa y José Antela Conde, con la pretensión de que las fuerzas les acompañasen al chalet del Sr. Núñez, de cuyo edificio querían incautarse.

El cabo, comandante del puesto, contestó con evasivas, que en sí llevaban la negativa a los deseos de los visitantes.

Así debió entenderlo Bilbatúa que, en plan de vencedor, concede a la Guardia civil un plazo de 30 minutos, "transcurridos los cuales, les dice, si Vdes. no salen para ejecutar mis órdenes, serán considerados como rebeldes".

La amenaza no surtió efecto. Los guardias, decididos a morir si necesario fuera, atrancan las puertas del Cuartel, y permanecen a la defensiva hasta las once de la mañana del día siguiente, hora en que de Vigo llegó una columna mixta con objeto de recogerlos y transportarlos a la ciudad.

Oportuna fue para los Civiles la presencia de estas fuerzas, pues si llegan a tardar un poco más, acaso los revoltosos, que en número de 4.000 ocupaban el pueblo, hubiesen dado fin de ellos, volando la casa en donde se habían acuartelado con cinco números más del puesto de Lamosa (1).

La columna -que durante el trayecto Vigo-Lavadores había sido duramente hostilizada, como lo demuestra el hecho de haber tenido que gastar cinco horas en hacer el recorrido de dos kilómetros y medio-, hubo de emplearse también en el pueblo, para vencer la resistencia enorme que oponían los rebeldes parapetados tras las barricadas construidas la noche anterior, y tras los muros de diversas casas convertidas en improvisadas fortificaciones, como la del alcalde -cuartel general de los rojos- desde la que éstos hacía un fuego violentísimo.

Liberada la Guardia civil de Lavadores y Lamosa del asedio en que la tuvieron los marxistas mientras saqueaban y quemaban la casa de Portanet y la de D. Estanislao Núñez, al que asesinaron villanamente (2), pudo ésta trasladarse a Vigo, con la columna de auxilio que hiciera a los revoltosos cinco muertos en el Calvario, uno en Ceboleira y dos o tres en Lavadores, a más de dos infelices mujeres que, buscando refugiarse, encontraron la muerte al atravesar una de las calles del barrio.

¡Duro castigo habían sufrido en Lavadores las fuerzas de la revolución, pero no quedaron exterminadas ni mucho menos!

No se atrevieron a presentar batalla a la sección de Artillería que, al mando del Capitán Jack Caruncho, bajaba el día 22 de Pontevedra con dirección a Vigo; pero hostilizaron más tarde, el día 26, a un grupo compuesto de 30 Guardias civiles al mando de un Teniente, cuando regresaban de Cabral, hasta donde habían llegado en viaje de reconocimiento, y en donde recogieron al Cónsul de Cuba a quien sorprendiera el movimiento en aquel pueblo, y se hallaba refugiado en un chalet internado en el bosque.

Al llegar estas fuerzas al primer puente de Cabral, recibieron una descarga cerrada de la que resultó herido el cabo de Lavadores D. José Quintela Fernández, siendo acaso este, el último atentado criminal cometido contra la fuerza pública en el sector de Lavadores.

Nombrado Delegado de Orden Público D. José González, y Comandante del puesto de la Guardia Civil el Sargento D. Miguel Marcos, siguió en Lavadores un período de calma que no había de durar mucho tiempo.

No más allá del mes de septiembre -dos meses después de iniciado el Movimiento- comenzó en Lavadores una racha de asaltos a establecimientos, atracos y robos, seguidos en más de una ocasión de asesinato (3). ¡Los revoltosos, que huídos se internaran en los montes, volvían a dar señales de vida!

Esto dio lugar a una serie de operaciones de limpieza (4) que pusieron a prueba la gran actividad, acierto y resistencia de la Guardia civil, Milicias de la J. A. P., Falange y Cívicos de Vigo, y que dieron los siguientes resultados:

Día 28 de enero: son detenidos en una cueva construida dentro de su misma casa, Ramón Conde Gutiérrez y Florencio Araújo Conde, destacados marxistas de Lavadores.

Día 31 de enero: es descubierta en Paradela una cueva construida bajo la cuadra de un cerdo, ocupada por el soldador desertor Marcos León, que fue muerto al intentar hacer uso de una pistola que tenía en su poder.

Día 13 de febrero: encuentran en la parroquia de Caveiro (lugar de la Iglesia) el Sargento de Lavadores y un grupo de Falangistas y Japistas, una cueva habitada por cuatro significados marxistas, logrando capturar a tres de ellos y matar al otro que pretendía escapar (5).

El día 25 de febrero es detenido Manuel Martínez Lago, oculto en una cueva hecha bajo la cocina, en la parroquia de Paradela; y el 17 de marzo es descubierto y apresado, a la entrada misma de su madriguera en el monte, Severino Carreta Martínez (a) "Farrapillas".

Finalmente, dos días antes del 15 de marzo, se descubriera en el barrio de Bouciña una cueva que medía 32 metros de largo por 2,50 de ancho, con dos galerías que comunicaban con tres casas, en una de las cuales habitaban un hombre y dos mujeres, en otra dos hombres y una mujer, y una mujer y dos hombres en la tercera. De todos ellos, cómplices declarados de los once inquilinos de la vivienda subterránea, se salvaron sólo dos mujeres que se hallaban en estado; los demás, hubieron de pagar su falta de patriotismo y su culpable desobediencia a los bandos de guerra.

La cueva en cuestión, estaba dotada y preparada con todo confort: techo de madera, ventilador eléctrico, luz, radio, alfombras, máquina de escribir, máquina fotográfica, provisiones de boca en abundancia, uniformes de soldados y falange, 115 cartuchos de fusil, armas largas y cortas, trajes de caballero, camisas, camisetas, gabardinas, tabaco, latas de conserva, etc. etc., producto todo ello, de las racias que hicieran sus moradores por los pueblos circunvecinos, y de los robos y asaltos a las casas de los señores Portanet y Núñez.

(1) Las fuerzas llegadas a Vigo, sorprendieron en la parte posterior del Cuartel a tres hombres armados con bombas, destinadas, según se cree, a este objeto.

(2) La familia Núñez se vio acometida por las hordas rojas en la misma tarde del día 20. Al principio intentaron repeler el ataque; pero, al ver que esto no era posible dado el número grande de atacantes, decidieron abandonar la casa, dispersándose en distintas direcciones. El Sr. Núñez logró esconderse entre unos maizales, hasta que, descubierto por una mujer del pueblo, fue delatado, hecho prisionero, conducido ante una barricada y asesinado, entre gritos de júbilo y aprobación salvaje.

(3) Cuatro asesinatos se cometieron por este concepto, y todos ellos en personas de significación derechista.

(4) En ellas se distinguieron los paisanos y buenos patriotas don Enrique Figueroa, D. Feliciano Maceiras y D. Javier Varela R. de Guzmán.

(5) En la Cueva fueron hallados una escopeta, dos revólveres, dos puñales y cartuchería de caza.

**********

Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

No hay comentarios: