sábado, 3 de julio de 2010

Vigo: estado social

En la ciudad de Vigo existían, al estallar el Movimiento, 43 secciones en la Casa del Pueblo, correspondientes a los diversos oficios y profesiones, con un total de 5.985 asociados pertenecientes a la U.G.T. que, lo mismo que en Pontevedra, dominaba intensamente, constituyendo con la capital una zona considerada por Prieto como el reducto más firme y poderoso del socialismo español, con preferencia (relativa) hasta a Madrid y Asturias.

Fuera de la Casa del Pueblo, hallamos la Sociedad "Unión de Trabajadores de las Fábricas de conservas" con 3.245 socios pertenecientes también a la U. G. T., con exclusión de unos 750 que, dentro de esta misma organización, se habían constituido en cantón comunista. "Agrupación de Trabajadores de la Industria Pesquera y sus derivados de Vigo y sus contornos" eran también, con sus 2.600 afiliados, tributaria de la U. G. T.

La C. N. T. apenas si llegaría a los 800 afiliados: poca gente para las tres secciones en que se dividía.

El partido comunista estaba en condiciones de poder medir sus fuerzas con las de la C. N. T., aportando sus 750 socios al Frente Popular, que podía alardear de tener en Vigo más de 14.700 militantes y defensores.

De todos ellos, eran los comunistas los que más actividad desplegaban, en lo que a campañas revolucionarias se refiere. Constantemente -en los tranvías, debajo de las puertas, o simplemente abandonadas en las calles- aparecían hojas clandestinas incitando a la rebelión y glorificando a los revolucionarios de Octubre.

En una carta recogida meses antes del movimiento por agentes de la Guardia Civil, se daban instrucciones muy ingeniosas para el reparto de esta propaganda, con el menor riesgo para los repartidores. "Lucha contra el fascismo y contra la pena de muerte", era el lema preferido de la propaganda clandestina.

Aparte de esta clase de tribuna, tenían los comunistas de Vigo, como los de las demás ciudades de Galicia, otra más eficaz acaso, y desde luego más al alcance de todas las fortunas: En las fachadas de las casas, en las aceras, en los postes del alumbrado, en las carreteras y hasta en los árboles y piedras del campo abundaban los letreros con máximas comunistas y, toscamente dibujados, aparecían en todas partes la hoz y el martillo.

A la actividad comunista se juntaban los trabajos del "Socorro Rojo Internacional", que actuaba en Vigo siguiendo las instrucciones generales de la organización (1). Y si a esto añadimos la constante, abierta y descarada preparación bélica a que venían entregándose las masas socialistas -desbordadas ya a pesar de su superioridad numérica por la C. N. T., presa a su vez en las mallas comunistas (2)- tendremos una idea aproximada al menos, de la situación social de Vigo en julio de 1936.

(1) Anotamos a continuación las principales instrucciones:

1º Cada grupo de base designará un camarada que llevará una relación de todos los militantes del grupo, de una manera sólo legible para él; ésta será bien guardada. Este camarada figurará en la relación de camaradas, que el Comité local debe tener secretamente y en poder de un camarada no responsable y además bien simpatizante, para evitar su detención.

2º Caso de la detención de un Comité local o clausura de un local de éste, los secretarios de organización de grupo de base, se reúnen, y con la lista en su poder, constituyen un nuevo Comité local, que debe ser sólo conocido por los miembros responsables de cada grupo.

3º La forma de evitar la represión es la constitución de los grupos en los lugares de trabajo. Allí se puede seguir trabajando y se evita la represión.

4º En las fábricas y talleres, deben organizarse mítines volantes, a cargo de camaradas de otros grupos, para que el camarada que hable no sea conocido por obreros de aquella empresa.

5º Inmediatamente de ocurrir un golpe de fuerza contra las organizaciones del S. R. I. (Socorro Rojo Internacional) deben utilizarse todos los medios para hacer llegar a una dirección segura al C. E. (Comité de Enlace) a fin de que éste continúe su labor de dirección nacional. De todas partes de España pueden dirigirse cartas a camaradas destacados de diferentes organizaciones de Madrid, con el ruego de hacerlas llegar al C. E. del S. R. I.

6º En caso de la detención de miembros responsables, estos deben ser reemplazados por otros. Esto debe hacerse dentro de las 24 horas siguientes.

7º Para el enlace de las organizaciones de base, se utilizará a los camaradas probados de la organización por su compatibilidad y por su confianza política, y aquellos que son menos conocidos de la Política.

8º De todos los manifiestos, pasquines y carteles que editen los Comités locales, deben remitir al C. E. N. siempre cinco ejemplares para su archivo y para remitir al C. E. I.

9º Asimismo, se deben remitir dos ejemplares de toda la prensa obrera de la localidad sea de tendencia que sea.

(2) Con motivo de la huelga de los metalúrgicos, formaron un frente único la U. G. T. y la C. N. T. de Vigo, que estaba en manos de comunistas. Al efectuarse la unión, los elementos de la C. N. T., no más numerosos, pero sí más atrevidos y siguiendo las orientaciones de Largo Caballero, se impusieron y preponderaron en el F. P., desbordando a Viana, dirigente de Izquierda Republicana, que no pudo contenerlos.

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Texto procedente de la obra del canónigo de la Catedral de Santiago de Compostela, Revdo. P. D. Manuel Silva Ferreiro, Galicia y el Movimiento Nacional: paginas históricas, 1938.

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